El valor del consejo nos ayuda a advertir las posibilidades de mejora que tienen las personas, transmitiendo ideas que orienten y faciliten el crecimiento individual de cada una de ellas en los distintos aspectos de su vida; siempre de persona a persona, en un ambiente de confianza, procurando no ofender, ni interferir en decisiones que no nos corresponden...
Es común pensar que los consejos están reservados a circunstancias de verdadera trascendencia, sin embargo, nos enfrentamos a situaciones ordinarias en las que es necesario superar el temor a provocar un malentendido o herir los sentimientos de los demás.
Dar un consejo no significa que tú des tu opinión personal y de lo que piensas de esa circunstancia, dar un buen consejo es decir con objetividad y poder ayudar lo mejor posible a los demás.
REALIZADO POR: Andrea Amador
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